Precio de alimentos llevaron a la inflación a cerrar el 2022 en su mayor nivel en dos décadas
Tras todo un año de presiones, principalmente por parte de los productos alimenticios, la inflación a los consumidores cerró el 2022 en su nivel más alto para un diciembre desde hace más de dos décadas, de acuerdo con la información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El reporte del Inegi informó que, en su comparación mensual, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) avanzó 0.38%, con lo que a tasa anual la variación fue de 7.82 por ciento.
Lo anterior, tal como lo esperaba el mercado, representó una aceleración respecto a noviembre, cuando se ubicó en 7.80 por ciento.
De esta forma, la inflación a los consumidores cerró en su mayor nivel, para un diciembre, desde el 2000, en esa ocasión los precios aumentaron a una tasa anual de 8.96 por ciento.
Si bien el mercado esperaba el repunte de los precios al cierre del año, el dato reportado por el Inegi fue menor al esperado. De acuerdo con un sondeo de Reuters, los analistas preveían una inflación de 7.85 por ciento.
En el 2022, la guerra entre Rusia y Ucrania generó presiones inflacionarias, lo cual, en conjunto con otros factores como el aumento del precio del petróleo a nivel internacional, el cambio climático y distorsiones en la oferta y demanda, llevaron a los precios a niveles no vistos en décadas.
Para el 2023 se mantiene la expectativa de desaceleración gradual de inflación, para cerrar el año en 5.10%, al disminuir las presiones sobre el componente subyacente y ante disminuciones en precios del componente no subyacente, principalmente energéticos. No obstante, hay que recordar que 5.10% sigue siendo un nivel muy elevado y se ubica 2.10 puntos porcentuales por arriba del objetivo del Banco de México (Banxico) de 3.0 por ciento”, destacó un análisis de Banco Base.
Analistas esperan que en febrero Banxico vuelva a subir su tasa de interés y que, durante este año, mantenga una postura monetaria restrictiva.
“La dinámica en los precios al consumidor, especialmente el índice subyacente, mostrará renuencia a disminuir y enfrenta riesgos, debido a: la contaminación de expectativas y procesos de formación de precios, que puede surgir tras un periodo inflacionario prolongado; las presiones salariales; y, el ajuste monetario por parte de la Reserva Federal, que puede producir episodios de volatilidad cambiaria”, destacó por su parte Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más (Bx+).
Subyacente cede
Durante el 2022, los altos niveles de inflación se debieron, sobre todo, al incremento de los precios de los productos alimenticios, lo cual se reflejó, principalmente, en el índice subyacente, el cual elimina de su cálculo los bienes y servicios con precios más volátiles. Para diciembre, este índice –principal referente para la toma de decisión de Banxico– se desaceleró por primera vez desde noviembre del 2020, al pasar se 8.51 a 8.35% al cierre del año.
No obstante, continúan las presiones. En el rubro de mercancías, los precios aumentaron 11.09% anual, lo que se explicó por un alza en los alimentos, bebidas y tabaco de 14.14 por ciento. En tanto, en los servicios, el incremento de los precios promedio, a nivel nacional, fue de 5.19% al cierre del 2022.
“El índice subyacente se desaceleró por primera vez en 25 lecturas, gracias a la menor presión en mercancías no alimenticias (dilución cuellos de botella en producción, menores costos de insumos) y a una corrección en servicios distintos a vivienda y educación; mercancías alimenticias y servicios de vivienda se volvieron a acelerar”, agregó Alejandro Saldaña.
Del lado del índice no subyacente, se observó una tasa anual de 6.27 por ciento. Al interior, las presiones para este índice fueron del lado de los productos agropecuarios, cuyo precio aumentó 9.52%, mientras que los energéticos y tarifas del gobierno lo hicieron en 3.66 por ciento.
“La disminución vino de la mano de la inflación no subyacente, pues arrojó una variación de -0.40% mensual, el primer respiro que se toman desde julio. A su vez, la clave fueron los precios de los energéticos, dentro de los cuales los del gas y de la gasolina fueron los productos que más contribuyeron a la baja”, mencionó Marcos Daniel Arias, analista de Monex.
El comportamiento, añadió, obedece a la disipación de los shocks que inicialmente tuvo el estallido de la guerra en Ucrania sobre los principales precios de referencia internacionales, pues los gobiernos han logrado construir alternativas para hacer frente a la menor oferta de gas y petróleo ruso.