¿Qué papel jugará la religión en las elecciones presidenciales de EU?

De cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los candidatos deben convencer a los votantes de ser la mejor opción para gobernar, esto sin importar su estatus económico, sexualidad o religión, siendo que este último rubro cuenta con un número importante de personas que podrían dar su sufragio al candidato que mejor se identifique con ellos en temas religiosos o dé las mejores propuestas en la materia.

Debido a que el pueblo estadounidense en su conjunto destaca por su religiosidad, siendo que el 55 por ciento asegura rezar con regularidad, mientras que un 87 por ciento dice creer en Dios y un 56 por ciento señala que cree en Dios como se describe en la Biblia, los candidatos deberían prestar atención a estos porcentajes para concentrar parte de sus discursos en términos personales y de fe.

Esta forma de conectar con el electorado religioso de Estados Unidos ayudaría a construir un vínculo de empatía importante, tal y como lo ha logrado el demócrata Joe Biden, quien tuvo la oportunidad de acercarse y establecer contacto con un pastor afroamericano cuya esposa fue asesinada por un supremacista blanco.

En este escenario, de todos los candidatos presidenciales, Bernie Sanders sería el menos religioso, dado que se considera a sí mismo como judío y secular, además de que no participa en ninguna religión.

Con esta premisa, Sanders asegura ser defensor de la separación de la iglesia y el Estado, además de que su visión respecto a la religión es más política y conecta las creencias religiosas en general y su herencia judía con la justicia social y económica.

Ante dichos puntos de vista, en el caso de Joe Biden logró ganar el 65 por ciento de los votantes negros más religiosos en Carolina del Sur, mientras que Bernie Sanders obtuvo el catorce por ciento de los apoyos de dicho sector.

Así pues, aunque los votantes religiosos podrían dar su voto al candidato que más profese su fe, esto no garantizaría un triunfo ya que, el historiador John Fea, sugiere que el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sería el menos religioso de la edad moderna a comparación del exmandatario George Washingon, quien en diversas ocasiones expresó súplicas al Ser Todopoderoso.