una carta de amor para Abbey Road
Abbey Road es probablemente el estudio de grabación más conocido en la historia de la música popular. Al interior de sus paredes se han grabado álbumes de artistas como The Beatles, Pink Floyd, Shirley Bassey, Cilla Black, Cliff Richards, Fela Kuti, Radiohead, Soda Stereo, The Alan Parsons Project, Kate Bush, Duran Duran, Oasis, Florence + The Machine y una larga lista de música para películas.
Así como los religiosos visitan El Vaticano o La Meca, los amantes de la música popular del Siglo XX realizan peregrinaciones al mítico estudio que fue inmortalizado en el último álbum grabado por The Beatles en 1969 titulado: Abbey Road.
La fotógrafa Mary McCartney ha tenido la fortuna de ver una parte de la historia del lugar. Su documental “If These Walls Could Sing” (Disney, 2021) es una carta de amor para el celebrado estudio.
El documental de McCartney reúne los testimonios de algunos de los personajes más célebres que han pasado por esos estudios, incluidos sus padres Paul y Linda McCartney, y es un trabajo de preservación de la memoria del estudio.
Los estudios Abbey Road se erigieron en 1929 sobre una construcción georgiana del Siglo XIX en el número 3 de la calle de Abbey Road, en Londres, Inglaterra, cuando fue adquirido por la compañía Gramophone. Después se convirtió en Electric and Musical Industries, ahora conocida como EMI. Abbey Road fue el primer estudio de grabación diseñado para poder grabar música clásica y posteriormente fue adoptado por las nuevas generaciones como un lugar para la experimentación sonora.
En Abbey Road The Beatles encontraron un lugar donde pudieron refugiarse de los gritos del público y utilizar el estudio como una herramienta que los llevó a transformar la música popular como la conocemos. En 1967, mientras el cuarteto de Liverpool grababa su obra magna Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band en el estudio de junto, una joven banda llamada Pink Floyd se encontraba grabando su álbum debut The Piper At The Gates of Dawn. Para Pink Floyd fue también un importante lugar de experimentación donde trabajaron sus obras subsecuentes, incluido The Dark Side of the Moon que este año celebra 50 años de su lanzamiento.
Entre los personajes que aparecen en “If These Walls Could Sing” están Paul McCartney y Ringo Starr de The Beatles; Roger Waters, David Gilmour y Nick Mason de Pink Floyd; Shirley Bassey, Elton John, Jimmy Page, Cliff Richards, los hermanos Gallagher y Giles Martin.
Elton John hizo en estos estudios su primera sesión como músico de acompañamiento de The Hollies en la balada “He Ain’t Heavy, He’s My Brother”, mientras que Jimmy Page fue uno de los músicos de sesión del tema de la película de James Bond “Goldfinger” que grabó Shirley Bassey, con una de las mejores interpretaciones de la música popular del Siglo XX.
Aunque se construye con muchos testimoniales a cuadro, el documental te deja con un buen sabor de boca. Es como un disco de grandes éxitos, un breve repaso por algunos de los momentos clave de los estudios Abbey Road. Sería imposible abarcar todos los álbumes que han sido grabados en este recinto y tampoco deja de lado su importancia como uno de los estudios más importantes para el trabajo de orquestación cinematográfica.
En el fondo “If These Walls Could Sing” es también un tributo en vida para el trabajo de su padre con The Beatles y un homenaje para George Martin, una de las figuras clave en la historia de Abbey Road. Hoy, su hijo Giles Martin es quien mantiene ese legado dentro de los estudios.
Mary McCartney ha tenido una vista privilegiada de la historia de los estudios Abbey Road. “If These Walls Could Sing” es un tributo para este mítico lugar donde se grabaron las canciones que nos han acompañado y forman el soundtrack de nuestra vida.