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Yoshio y su increíble relación con el origen de los cacahuates japoneses

Yoshio y su increíble relación con el origen de los cacahuates japoneses

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 Gustavo Nakatani Ávila, mejor conocido en el medio artístico como Yoshio, tiene una increíble relación con el origen de los cacahuates japoneses.

Este miércoles se dio a conocer el sensible fallecimiento del famoso cantante de la década de los 70 y 80, tras haber sido internado el pasado 3 de mayo, en el hospital Xoco de CDMX, donde permaneció intubado y sedado hasta su deceso.

Antes de contraer COVID-19, Yoshio ofreció varios conciertos a través de redes sociales, donde interpretó algunos de sus éxitos, como ‘Escándalo’ y ‘Reina de corazones’.

El fallecido cantante era hijo del inmigrante japonés Yoshigei Nakatani, quien fue el creador de los famosos cacahuates japoneses.

En vida, Yoshio compartió con la prensa que su padre llegó a México en 1932 y comenzó a trabajar elaborando botones de concha nácar para los almacenes El Nuevo Japón, una empresa conformada por una plantilla de ciudadanos provenientes de Japón que competía directamente con Liverpool y El Palacio de Hierro.

Cuando la Segunda Guerra Mundial comenzó a gestarse, las tiendas en México tuvieron que cerrar y la fabricación de botón de concha se detuvo.

Para hacer frente al desempleo, Nakatani decidió emprender su propio negocio y creó los primeros cacahuates cubiertos con una pasta de harina y soya a partir de una receta de su país natal, pero con ingredientes 100 por ciento mexicanos.

Para 1950, el padre de Yoshio ya preparaba su deliciosa botana en un taller muy pequeño ubicado en el mercado de La Merced, en CDMX, y posteriormente recorría las calles con su diablito para vender su producto, mismo que fue nombrado por sus compradores como cacahuates japoneses.

Dos décadas más tarde, el éxito de la fritura estaba consolidado, con comercializadores de dicha plaza y de la Central de Abastos, lo que le permitió a Nakatani fundar la empresa Nipón en 1975 y registrar su marca en 1977.

Sin embargo, debido a que el proceso de elaboración no se patentó, para 1980 firmas como Barcel y Sabritas comenzaron a vender la botana salada y pronto acapararon la producción nacional.

A partir de ese momento, Nipón comenzó a enfrentar serios problemas económicos que perduraron durante las siguientes décadas.

En 2006, Claudia Chieko Nakatani, nieta del creador de los cacahuates japoneses y directora de la compañía, reconoció que uno de los principales retos que enfrentaba era luchar contra los ‘vicios operativos’ derivados de la estructura familiar del negocio.

Además de resaltar que la empresa buscaba no comprometer la calidad de su producto, dijo que la urgencia principal se encontraba en el ámbito administrativo:

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“El primer punto es consolidar las ventas, pero nuestro principal objetivo es dar el brinco a una empresa institucional con un consejo que tome las decisiones y no solo la dirección general. Una administración compartida ayudaría al crecimiento”

Asimismo, Claudia Chieko resaltó:

“La línea es tener un mejor producto a menor costo. Posiblemente valga la pena patentar el proceso. Tenemos mucho que hacer por el cacahuate

 

Con información de El Universal, Dinero en Imagen, Food & Wine en español y Revista Clase

Portada: Instagram @yoshiooficial_ y La Comer

Interiores: Twitter @ktyazc, Facebook Vcarranza Zaragoza e Instagram @yoshiooficial_