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Gráficos que muestran el largo camino para erradicar la violencia económica de género

Gráficos que muestran el largo camino para erradicar la violencia económica de género

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Gráficos que muestran el largo camino para erradicar la violencia económica de género

El 25 de noviembre de cada año se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra Mujeres y Niñas, como un homenaje por todas quienes han luchado por conquistar los derechos humanos y sociales y por las que cada día siguen haciéndolo.

Este día es también un recordatorio sobre cómo aquí y en China el camino para vivir en sociedades justas e igualitarias todavía es largo. Aunque hoy, en la mayoría de países del mundo, podemos votar, divorciarnos, estudiar y trabajar, todavía enfrentamos múltiples violencias.

La violencia por razones de género puede tener diversas formas, desde la violencia laboral, la violencia económica, la violencia educativa, la violencia física, la violencia psicológicao la violencia sexual.

Todas se reproducen y perpetúan a través de estructuras que urge transformar, para que todas las niñas y mujeres puedan tener acceso a una vida de libertad, autonomía, derechos e igualdad de oportunidades.

Particularmente en México, 7 de cada 10 mujeres han vivido al menos un tipo de violencia a lo largo de su vida. Siendo la psicológica la de mayor prevalencia, debido a que impacta directamente en el desempeño de las mujeres en todos los ámbitos de su vida.

Por su parte, se observa que todavía 3 de cada 10 (27%) de las mujeres mayores de 15 años, han experimentado violencia económica o patrimonial. Y uno de los ámbitos en los que prevalece con más fuerza este tipo de violencia es el mundo laboral. Aquí presentamos algunos gráficos que reflejan cómo el mercado de trabajo todavía no es igualitario:

Las mujeres ocupan la mayoría de los puestos no remunerados y una minoría desproporcionada de quienes lideran negocios que dan empleo a otras personas.

Aunque la gran mayoría de trabajadores, tanto hombres como mujeres, ocupa puestos precarizados en términos de remuneraciones, jornada laboral y prestaciones, las mujeres se encuentran todavía más en desventaja.

En el mercado laboral mexicano hay 2.5 millones de trabajadores que no perciben ingresos por su trabajo en ningún esquema, ni siquiera a cambio de otras percepciones como propinas o comisiones. Y de este total del 60% son mujeres, el 40% restante son hombres.

Otro de los indicadores en color rojo es el de los empleadores, 2.9 millones de personas dan empleo a otras, pero sólo el 20% son mujeres.

El mercado laboral no sólo genera menores oportunidades para las mujeres sino que remunera de manera desproporcional: las mujeres ganan menos en casi todos los sectores económicos.

Las artesanas son las trabajadoras que enfrentan la brecha salarial más pronunciada, por el mismo trabajo perciben apenas la mitad de lo que sus pares hombres. Las directoras, funcionarias y jefas de equipo perciben, en promedio, 14 pesos menos que los hombres en las mismas posiciones.

El mercado laboral castiga a las mujeres con menores oportunidades laborales, barreras para acceder a mejores posiciones o emprender negocios, y paga menos en casi todos los tipos de empleo. Pero, además, los espacios laborales tampoco son un lugar seguro para las mujeres, la violencia emocional, física y sexual también interfiere en sus jornadas de trabajo.

4 de cada 10 mujeres han vivido violencia psicológica perpetrada por sus colegas del trabajao y 3 de cada 10 han experimentado agresiones físicas o sexuales. Los compañeros de trabajo y los jefes son los principales agresores en los espacios laborales. Incluso los clientes, que son ajenos a las unidades laborales que las emplean ejercen algún tipo de violencia.

Que las mujeres puedan trabajar en espacios libres de violencia es fundamental para que puedan desarrollarse no sólo profesionalmente, sino en sus vidas personales.

El camino para erradicar la violencia contra mujeres y niñas todavía es largo, pero el activismo, la labor de la sociedad civil, el periodismo con perspectiva de género y la integración de las mujeres en la toma de desiciones en ámbitos públicos y privados ha sido clave en los avances que hasta ahora tenemos.

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