Japón, preocupado por México
El presidente tendrá la cortesía de interactuar vía telefónica con su huésped, el ministro de Exteriores de Japón Yoshimasa Hayashi. El presidente entiende que la diplomacia es la ciencia de los gestos. De los buenos gestos.
En efecto, será el presidente de Ecuador Guillermo Lasso quien llame esta mañana al funcionario japonés que se encuentra de visita en Quito.
Dos días atrás el ministro Hayashi visitó a la secretaria de Economía de México y ayer a Marcelo Ebrard.
Es curioso que en el comunicado que emite la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) se omita uno de los temas que el ministro Hayashi habló no sólo con Ebrard ayer por la mañana, sino que también lo hizo la tarde del martes con la secretaria Raquel Buenrostro: la preocupación de Japón por la incertidumbre jurídica en inversiones en el sector energético.
Pasan los años y los comunicados de prensa de la SRE son atemporales, pero responden a las necesidades de comunicación del siglo pasado.
Los funcionarios mexicanos piensan en el futuro como un momento de buenos deseos. Por ejemplo, Marcelo Ebrard, según el comunicado dijo: “Tenemos un futuro común (con Japón) y lo que queremos es ensancharlo”.
Sin embargo, el comunicado tampoco incluye un tema que el ministro japonés abordó con él: la Alianza del Pacífico.
La máxima aproximación del comunicado sobre el tema dice: “(…) ambos cancilleres intercambiaron puntos de vista sobre diversas situaciones regionales y globales, acordando continuar cooperando en mecanismos y foros multilaterales a favor de intereses comunes”.
La realidad es otra. La Alianza del Pacífico ha sido secuestrada por grillas políticas y visiones etnocéntricas. Ambos rasgos son anti naturales de la razón de ser de la Alianza del Pacífico.
La Alianza del Pacífico nació como una especie de vacuna contra populismos trasnochados como el chavismo. Así lo decidieron Chile, Colombia, Perú y México.
Sin embrago, el presidente López Obrador decidió dinamitar los cimientos de la Alianza del Pacífico al negarse a celebrar el traspaso de la presidencia pre tempore a Perú. Algo peor, tuvo una clara injerencia en la política interna del Congreso peruano llegando a decir que una de las leyes de su Constitución es anti democrática.
En fin, el comunicado de la SRE omite elementos importantes de la visita del ministro de Relaciones Exteriores de Japón, señor Yoshimasa Hayashi. Grave, muy grave.
Es grave que en una democracia se intente esconder elementos, en este caso, de política exterior. Quizá lo hace el secretario Ebrard por el nulo interés que despierta el tema a AMLO.
Lo interesante es que Marcelo Ebrard viajará a Japón cuando sólo se ocupe de su candidatura presidencial. El tema tecnológico le da la llave para la demografía juvenil mexicana, segmento olvidado por AMLO.
Para AMLO, Japón está muy lejos de Palacio Nacional. Las preocupaciones del Gobierno japonés no son de interés para él.
Emitir un comunicado para cumplir con el protocolo burocrático es suficiente.
Suerte al ministro japonés en su interacción con el presidente de Ecuador esta mañana.
Twitter: @faustopretelin