Ahora leyendo
Francisco Mendoza: el mexicano que revolucionó el sushi tras salir de la cárcel

Francisco Mendoza: el mexicano que revolucionó el sushi tras salir de la cárcel

Avatar

Francisco Mendoza fue detenido y encerrado en una cárcel federal en 2001 por delitos contra la salud.

Luego de pagar su sentencia, a sus 26 años, el nativo del este de Los Ángeles, Estados Unidos, se alejó de los vicios y empezó a trabajar arduamente de la mano de su familia para construir El Sushi Loco, un concepto gastronómico que fusiona la comida mexicana con la asiática y que ya cuenta con cuatro restaurantes.

Mendoza nunca fue el estudiante de buenas calificaciones, ni el hijo modelo; sin embargo, se convirtió en el ejemplo perfecto de que es posible triunfar con determinación, paciencia y empeño.

Ahora con 45 años de edad, sostiene que realizar el ‘sueño americano’ consiste en tres armas que deben usarse siempre: tener fe en Dios, trabajar constantemente y ayudar al prójimo.

Sentado en una mesa de uno de los establecimientos, Francisco contó para La Opinión que en la cárcel aprendió los oficios de plomería y electricidad.

Mendoza fue condenado a once años de prisión, pero su buen comportamiento lo llevó a purgar solo nueve de ellos en la cárcel de Lompoc, California. Tras ser liberado, en marzo de 2009, regresó al este angelino y comenzó a trabajar arreglando aires acondicionados.

De joven, su vida no fue fácil; con un padre alcohólico, algunos familiares consumidos por las drogas y su madre teniendo que pedir ayuda al gobierno para sacar a su familia a flote.

En este contexto, Mendoza cayó en las adicciones:

“Admiraba el mundo del narcotráfico de alguna manera, aunque en mi corazón odiaba las drogas y al alcohol, de repente en mi adolescencia empecé a caer en eso”

Más tarde, el ahora afamado empresario fue detenido y procesado:

Sin embargo, al poco tiempo de su liberación, Francisco Mendoza se encontró con su primo José Calderón, quien acababa de emigrar a Estados Unidos desde su natal Culiacán, Sinaloa.

Así describe Mendoza el encuentro:

“Entonces yo le pregunté, ‘¿Y qué sabes hacer?’. Él me dijo: ‘Yo hago sushi’… Yo me quedé, ‘¿cómo que Sushi? ¿Las bolitas de arroz?’ Yo nunca los había probado”.

José le preparó una de sus mejores recetas y Francisco quedó impactado. Poco tiempo después, Mendoza puso a andar su mente de empresario.

“Le dije: ‘Está bien rico esto, mijo, ¿y si compro una lonchera y nos vamos a vender a la calle, nos vamos a chambear o qué?’”

Su primo aceptó y Francisco Mendoza decidió invertir los únicos 2 mil 800 dólares que tenía ahorrados para buscar una lonchera de tacos, pero debido a los altos precios, solo le alcanzó para adquirir una carretita que le costó mil 200 en Tijuana.

Con todo listo, los primos salieron a vender el famoso sushi mexicano con sabor a Culiacán.

El empresario cuenta que para 2010 ya tenía su clientela establecida, con gente que llegaba de otras ciudades para probar su delicioso y característico sushi.

“Empecé a aprender a combinar ingredientes y a afilar cuchillos en canales de Youtube; jugaba con recetas, combinaba ingredientes, y empecé a crear mis propias recetas”.

Para 2011, Mendoza abrió su primer restaurante de ladrillos y cemento en La Puente. Posteriormente, inauguró una sucursal en Downey y ahora tienen otra filial en Pomona.

Francisco reconoce que el estar tras las rejas le ayudó a reflexionar y pensar en qué es lo que él quería en la vida.

“Estando en la cárcel me sentí morir cuando recién entré pero acepté que yo soy responsable de mis acciones. Culpé a mi situación, que mi padre es un borracho, que somos pobres. siempre me sentía la víctima. hasta que un día mi hermano, que estaba en el ejército, me dijo, ‘Deja de poner tantas excusas y hazte hombre’”.

En la cárcel también conoció a quien ahora es su esposa Griselda Mendoza. Inicialmente Francisco y Griselda se comunicaban por cartas. Años después ella lo visitó en la cárcel.

Cuando Francisco fue liberado ella lo buscó y le brindó apoyo emocional y económico para que avanzara en su negocio.

Con información de La Opinión y Hoy América
Foto: El Sushi Loco y La Opinión