Cada empleado del SAT logró recaudar 112 millones de pesos al cierre del tercer trimestre
Cada trabajador del Servicio de Administración Tributaria (SAT) recaudó 112 millones de pesos en promedio, al cierre del tercer trimestre del 2022, esto representó un aumento de 32.5% en comparación con el mismo periodo del año pasado, reportó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
En el tercer trimestre del año pasado, el monto promedio recaudado por trabajador fue de 84.5 millones de pesos.
Esto quiere decir que la cantidad aumentó 27.5 millones de pesos, al cierre del periodo referido, de acuerdo con los “Indicadores de Productividad de los Servidores Públicos y del Desarrollo del Personal del SAT”.
No obstante, el ingreso promedio estuvo por debajo de las expectativas debido a que se tenía una meta de 113.3 millones de pesos al finalizar el noveno mes, de acuerdo con el Informe Trimestral de Finanzas Públicas, que difundió la semana pasada la SHCP.
En comparación con el segundo trimestre del 2022, la recaudación lograda por cada trabajador del fisco creció 41.7%, así, en la primera mitad del año cada uno recaudó 79 millones de pesos, en promedio.
Miguel Ángel Tavares, integrante de la comisión técnica fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, comentó a El Economista que los datos demuestran que la autoridad fiscal, a cargo de Antonio Martínez, ha sido más productiva, al hacer más con un menos personal.
De acuerdo con datos de Hacienda, la plantilla de empleados del órgano fiscalizador disminuyó en 5,687 trabajadores, al pasar de de 31,589 a 25,902 personas, del tercer trimestre del 2021 al tercer trimestre del 2022.
Baja la rentabilidad a 140.5 pesos
La rentabilidad promedio de la fiscalización, esto es los ingresos obtenidos por cada peso que fue invertido para ese fin, alcanzó una cifra de 140.5 pesos.
“En el periodo que se informa, se realizaron 17,063 actos de fiscalización, soportado esto con una rentabilidad de 140.5 y una efectividad de 97.9%”, explicó la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O.
La cifra de rentabilidad reportada en el periodo referido es menor a los 141.5 pesos recuperados por cada peso invertido en el mismo periodo del año pasado. Mientras que la efectividad sí fue mayor a 96.6% reportado en el tercer trimestre del 2021.
Miguel Tavares explicó que la contracción en la rentabilidad de la fiscalización por parte del SAT era de esperarse porque los grandes contribuyentes ya se están regularizando para cumplir adecuadamente con sus obligaciones tributarias.
El integrante del colegio comentó que el resultado de las cifras en el 2020, 2021 y parte del 2022 habían sido el resultado de los litigios iniciados a principios del 2014 con motivo del esquema de consolidación fiscal –esquema que terminó en el 2013 y tuvo un periodo de transición para pagar un impuesto diferido en los siguientes cinco años–.
“Ya se advertía que esa curva creciente iba a caer en algún momento y que los grupos que en su momento se regularizaran pudieran haberse ubicado en algún supuesto de incumplimiento fiscal”, puntualizó.
El agremiado señaló que con las herramientas de persuasión recaudatoria del SAT –como los planes maestros a grandes contribuyentes o el listado de tasa efectiva de Impuesto sobre la Renta– dieron como resultado que se ubicara con precisión a los grupos que evadían y eludían impuestos.
El costo de la recaudación sigue a la baja
Paralelamente, la Secretaría de Hacienda informó que el costo de la recaudación del Servicio de Administración Tributaria se ubicó en 28 centavos por cada 100 pesos recaudados, al cierre del tercer trimestre.
El costo de la recaudación fue menor a lo observado en el mismo periodo del año pasado cuando se ubicó en 36 centavos por cada 100 pesos recaudados. El nivel más bajo para dicho periodo desde el 2019, según el SAT.
El integrante de la comisión técnica fiscal explicó que la disminución anual en el costo de la recaudación es consecuencia del cambio del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI o factura) 3.3 y a la versión 4.0; así como por los programas de fiscalización persuasiva como son las caídas recaudatorias y las cartas invitación.
Las herramientas del SAT exponen con claridad las diferencias entre CFDI y las declaraciones de los contribuyentes, lo que hace que la persona emprenda una regularización y presente a la autoridad fiscal las respectivas correcciones.
En dado caso de no hacerlo, el causante sería acreedor a un acto de fiscalización formal, señaló el experto.