El sueño americano: ¿un propósito para aliviar la cuesta de enero?
La denominada cuesta de enero es un fenómeno que tiene lugar después de las fiestas decembrinas y que suele durar de uno a dos meses para los más afortunados y hasta más de seis para otras personas que no han podido saldar sus deudas o que se han quedado sin trabajo.
Este periodo oscuro puede generar una gran preocupación en la población debido a que, para muchos, las perspectivas financieras de su hogar no lucen favorecedoras, lo que podría acelerar la toma de decisiones sobre cuestiones importantes como la migración hacia Estados Unidos en aras de mejorar o regular su situación económica personal.
A muchos les parecerá una exageración, pero existen algunos datos importantes que parecen indicar que enero es uno de los meses más difíciles del año para los mexicanos en lo que respecta a cuestiones de estabilidad económica en sus hogares.
Gastos de época decembrina
En cuanto a la cuesta de enero, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) destacó que el cambio que se produce en los bolsillos de diciembre a enero es porque en el último mes de cada año las personas se exceden en compras.
Además, diciembre tiene múltiples festejos que sirven como pretexto para poder gastar. Entre cenas, intercambios de regalos, posadas, vacaciones y obsequios a la familia se van los pocos ahorros que una persona obtuvo a lo largo del año.
La Condusef destacó que enero es como cualquier otro mes; sin embargo, a muchos les pesa por el cambio radical respecto al precedente.
Además, en diciembre agarramos un ritmo de compra no visto en otros meses, ya que visitamos constantemente las tiendas de ropa, regalos y supermercados.
Muchos compran con tarjeta de crédito y dejan para después de diciembre lo que no pudieron pagar. Por ello, la llegada de enero es un balde de agua fría, ya que muestra la factura de nuestras actividades previas.
Estabilidad emocional se ve afectada en enero
Las deudas y las preocupaciones financieras pueden alterar la estabilidad emocional de los ciudadanos durante el mes de enero, afectando a todos los integrantes de la familia, incluyendo a los niños.
Así lo informó el Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (Ceepi), que agregó que en enero se prevé que habrá un aumento en la población mexicana que padecerá algún grado de depresión.
El grupo integrado por especialistas en el área de la psicología dijo que los casos se presentan en personas que tienen un historial de fracasos como divorcios o quedarse sin trabajo durante el año pasado y que en las pasadas fiestas decembrinas incurrieron en todo tipo de excesos.
De acuerdo con Susana Salazar Gómora, la coordinadora del Ceepi, los casos de depresión en enero se dan en personas que se excedieron, lo cual representa un hecho compensatorio que se traduce en la adquisición compulsiva de cosas materiales para rellenar vacíos emocionales.
Las cifras del Ceepi señalan que más del 40 por ciento de adultos que acuden a sus clínicas experimenta cierto grado de depresión en enero debido al efecto de la cuesta de enero.
La alteración emocional que ocasiona el peso de los problemas económicos en el seno familiar, podría empujar a estas personas a tomar decisiones precipitadas en aras de resolver su situación financiera, como por ejemplo, salir del país en busca del sueño americano.
Mexicanos en Estados Unidos
Actualmente hay más de 36 millones de personas de origen mexicano trabajando en Estados Unidos, una cifra que refleja la importancia económica de esta población en el vecino del norte.
Pero ¿quiénes son estas personas y por qué razones migraron? De acuerdo con un censo realizado por la BBC, la mayoría es gente sin estudios superiores que se desempeña en los sectores agrícola y de la construcción.
El gran número de migrantes mexicanos radicando actualmente en Estados Unidos es uno de los factores que suele facilitar la resolución de muchas personas para dar el primer paso, pues saben que serán recibidos por sus familiares, además de que contarán con la información necesaria para cruzar la frontera, ya que esta les será proporcionada por quienes ya están radicando en la primera potencia económica del mundo.
No obstante, en 2014 la población de inmigrantes de México decreció tras décadas de aumento sostenido. En 2007, alcanzó un pico de 12.8 millones y para 2014, se situó en 11.7 millones.
Lo anterior podría tener relación con el hecho de que los hijos de esa generación de migrantes tienen más probabilidades de obtener educación en niveles superiores, y por tanto, de ganar, gastar e invertir más dinero.
Pero ¿existe un mayor número de migrantes en enero en comparación con otros meses?
Migración aumenta durante los primeros meses del año
De acuerdo con las estadísticas publicadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, de enero a febrero del año pasado el número de migrantes indocumentados que cruzaron su frontera desde el país azteca fue el más alto registrado para dichos meses en doce años.
Según las cifras presentadas por la agencia estadounidense, 76 mil 103 migrantes sin la documentación necesaria para ingresar al país vecino se presentaron en los puntos de entrada legales o fueron detenidos por la Patrulla Fronteriza.
En aquella ocasión, el presidente estadounidense Donald Trump declaró una emergencia nacional en un esfuerzo por recibir financiamiento público para construir un muro fronterizo, mismo que había prometido durante su campaña presidencial.
Los datos parecen confirmar que durante los primeros meses del año el número de migrantes sí tiende a elevarse, aunque también hay que mencionar que antes de 2008, los cruces fronterizos mensuales ascendieron a más de 100 mil y durante el comienzo del nuevo milenio estos sobrepasaron los 200 mil.
Patrones migratorios de los mexicanos
Desde 1960, el patrón migratorio predominante fue un flujo circular de mexicanos provenientes de comunidades rurales que llegaban a Estados Unidos para trabajar de manera temporal en actividades de agricultura.
No obstante, durante los últimos años este patrón se volvió más complejo y heterogéneo, con una mayor diversificación regional, ocupacional y sectorial, pues la presencia de migrantes de origen urbano se incrementó, al igual que las estadías permanentes.
De acuerdo con un estudio realizado por el economista y demógrafo mexicano Rodolfo Tuirán, el 95 por ciento de los migrantes mexicanos que cruzan la frontera con los Estados Unidos es hombre y el 70 por ciento tenía entre 12 y 34 años.
Asimismo, Tuirán señaló en su estudio Migration of Mexicans to the United States: patterns of continuity and change que la migración neta anual a Estados Unidos aumentó de aproximadamente 29 mil en la década de 1960 a alrededor de 300 mil en la primera mitad de la década de 1990.
Motivaciones de los mexicanos para buscar el sueño americano
El Diario de Finanzas realizó una entrevista a una migrante que trabaja en Houston, Texas, desde hace más de diez años con el fin de entender un poco más sobre las motivaciones de los mexicanos para dejar su país en busca del sueño americano.
Su nombre es Marisol Garza, originaria de ciudad Madero, Tamaulipas, y quien radica actualmente en Houston. Se ha desempañado en varios trabajos desde que llegó al estado de Oklahoma, lugar donde trabajó cortando pasto en jardines privados.
Después de un año, Garza se trasladó a Houston donde ha hecho de todo, desde cuidar a personas de la tercera edad y limpiar casas hasta cuidar a bebes, trabajo que mantiene hasta ahora.
De acuerdo con esta mexicana, las deudas y la falta de trabajo la orillaron a buscar el sueño americano. A finales de 2009, Marisol Garza perdió su trabajo como demostradora en el departamento de perfumería en un Liverpool de la ciudad tamaulipeca donde radicaba y tenía una deuda con el banco Banamex, pues utilizaba el crédito para cubrir gastos de sus hijos que su salario no le permitía liquidar.
En noviembre de 2009 perdió su empleo y, aunque utilizó una parte de su liquidación para pagar una porción de su deuda, esta regresó a la cifra original a finales de febrero, por lo que decidió utilizar su visa para irse, en compañía de una amiga, quien estaba pasando por problemas financieros similares, a Estados Unidos.
“Fue muy difícil separarme de mis hijos y más porque soy mamá soltera, pero los salarios que ganaba en Oklahoma me permitieron saldar mi deuda en menos de dos meses. Y mejoraron mucho cuando me fui a Houston porque allá ganaba mucho cuidando a personas mayores que necesitaban atención, o sea que yo los bañaba, les daba de comer, los ayudaba a levantarse a caminar; gané un salario que nunca me hubiera imaginado; en México nunca habría ganado eso”.
Actualmente, Garza sigue trabajando en Houston, aunque dijo que los salarios y las oportunidades laborales disminuyeron debido a las políticas implementadas por Trump.
“Ahorita tengo cinco años trabajando de nanny acá en Houston, pero ya no puedo salir a buscar trabajo en otros lados. Vivo en la casa de mis patrones y no salgo ya a buscar más trabajo porque está muy feo ahorita con lo que está haciendo Trump. El año pasado, aquí enfrente de la casa hicieron una redada y se llevaron a muchas personas y el papá de los niños que cuido aprovechó para pagarme menos, porque saben que no hay trabajo”.
Marisol Garza tiene planeado regresar a México, pero hasta ahora no se ha atrevido ‘porque está muy fea la situación allá y quiero juntar para mi jubilación’.
Señaló que ella también resiente las cuestas de enero todos los años, pues a pesar de que solo tiene dos hijos y de que uno ya es financieramente independiente, los gastos durante enero siguen siendo fuertes.
Con información de Ceepi.mx, BBC, NBC News, NCBI Resources, Jooble.org y El Diario de Finanzas
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