Los 10 años de la economía china con el Emperador Xi
¿Cómo ha funcionado la economía de China bajo el mandato de Xi Jinping? En los 10 años que van del 2012 al 2021, el gigante asiático acumuló un crecimiento de 75% y se consolidó como la segunda más grande del orbe, con un tamaño de 18 billones de dólares. El PIB per cápita pasó de 6,300 a 12,500 dólares.
Los dos primeros quinquenios de la era Xi han coincidido con la internacionalización de las empresas chinas. En 2012 había 73 compañías de China en la lista de las 500 mayores empresas del mundo de Fortune. Para el 2021, este número había crecido hasta 136.
En estos años, el crecimiento del PIB dijo adiós a las tasas de doble dígito, pero se mantuvo en un respetable rango del 6 al 8%, entre 2012 y 2019, hasta que llegó la pandemia. Desde entonces, ha tenido un desempeño menos espectacular: 2.2% en 2020, 8.1% en 2021 y para el año en curso está proyectado un modesto 2.8%. El desempeño en este trienio ha sido el peor en un lapso similar desde la década de los ochenta, antes de que se implementaran las reformas “capitalistas” de Den Xiao Ping.
No hay una sola explicación para el cambio de tendencia. Está el covid y la estrategia de contención a través de encerronas en grandes ciudades; las tensiones comerciales con Estados Unidos y la implementación de nuevas medidas de control a las empresas privadas, en sectores como el tecnológico, la educación y el inmobiliario.
La filosofía económica de Xi Jinping ha marcado un cambio: quedó atrás la búsqueda del crecimiento económico como un objetivo en sí mismo. Las metas económicas se subordinan al cumplimiento de objetivos políticos y geopolíticos. Hay una preocupación por reducir la desigualdad, que creció con fuerza en los primeros años de expansión económica y llegó a ser similar a la de Estados Unidos en la primera década del Siglo. Hay también un afán por poner límites al poder de los multimillonarios. El Partido Comunista es más importante que cualquier empresa; las directrices del Gobierno están por encima de las leyes de mercado y ningún empresario puede hacer sombra al mandatario.
La influencia económica de China en el mundo ha crecido y se expresa en su iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda (Belt and Road, en inglés) que pretende abatir rezagos en infraestructura y podría significar inversiones de 900 mil millones de dólares en 70 países. De manera proporcional, se han incrementado las tensiones con Estados Unidos que mira con recelo el nuevo rol que juega China en sectores de futuro como la Inteligencia Artificial; las redes 5G y la transición energética.
En 2018 Donald Trump impuso aranceles de 50 mil millones de dólares. Joe Biden ha reforzado estas sanciones y profundizado el desacoplamiento entre las dos mayores economías del mundo.
China ha dejado de ser el principal receptor de inversión extranjera del mundo. En 2022, la salida de capitales desde China podría llegar a los 300 mil millones de dólares, según el Instituto Internacional de Finanzas.
El tablero está puesto, pero falta por acomodar algunas fichas. La pregunta está en el aire: ¿Qué cambios traerá el Tercer Periodo del emperador Xi?