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Mi historia de COVID-19: me contagié en un funeral

Mi historia de COVID-19: me contagié en un funeral

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Un maestro poblano nos cuenta su historia de cómo se contagió de COVID-19 y aseguró que lo más difícil son los pensamientos depresivos que lo rodeaban.

Después de entrar en cuarentena y encontrar una iguana gigante en la pared de su jardín, un joven y apuesto profesor de literatura no imaginó que ese era tan solo el inicio de una serie de eventos desafortunados en su vida.

Mi historia de COVID-19: me contagié en un funeral

Este hombre, a quien llamaremos Mister Y, relató que la primera en enfermarse en su familia fue su tía, de 50 años, cuyo cuadro fue catalogado como neumonía atípica en Hospital General de Zona 1 en Tlaxcala, donde no pudo quedarse hospitalizada porque estaba saturado.

A pesar de que su tía nunca fue diagnosticada con COVID-19, presentaba todos los síntomas de este virus que terminó con su vida una semana después:

“Ella tenía los pulmones débiles de nacimiento y le tuvieron que suministrar oxígeno en sus últimos días”.

Mi historia de COVID-19: me contagié en un funeral

Este caso no es el primero en México que fue tomado como neumonía atípica; de hecho, varias personas denunciaron en estados como Monterrey, Hidalgo, Cancún y otros que muchas muertes se atribuían a esta enfermedad, lo que desató la inconformidad de algunos mexicanos, quienes comenzaron a cuestionar estos datos que las autoridades presentaban como ‘oficiales’ en ocasiones.

Esto tan solo fue el inicio de los reclamos hacia el Gobierno de la 4T y al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, pues algunos gobernadores, como el mandatario de Baja California cuestionó las cifras proporcionadas por el epidemiólogo durante una emisión de un noticiero de televisión abierta.

Nueve gobernadores de México pidieron la destitución de López-Gatell como subsecretario de salud por la imprecisión de sus aseveraciones. Aunque, estos cuestionamientos no se viven únicamente en nuestro país, pues durante el fin de semana pasado, más de un millón de personas se manifestaron en Alemania sin cubrebocas ni sana distancia para exigir el cese del confinamiento y de las medidas sanitarias porque aseguraban que la COVID-19 era un invento chino y hasta lo llamaron comunivirus por comunismo.

El Gobierno mexicano ha sido duramente juzgado no solo por la gestión de la pandemia, sino también por el descenso económico. Muchos empresarios cuestionaron la prolongación de la cuarentena y exigieron la reapertura de sus negocios cuanto antes porque la contingencia los podría llevar a la quiebra.

Mi historia de COVID-19: me contagié en un funeral

Mister Y cree que contrajo el virus cuando asistió al funeral de su tía porque dos o tres personas más de su familia ya presentaban algunos síntomas durante el velorio y días después él comenzó a tener dolor de cabeza y a sentirse cansado, pero no le dio importancia hasta el tercer día que tuvo fiebre:

“Me sentía cansado, tenía dolor muscular y sueño, pero cuando me dio fiebre, llamé a la línea de COVID-19 para ver qué hacía”.

Un pariente de Mister Y trabaja en el sistema de salud de Tlaxcala, por lo que se le facilitó el proceso de ir a tomar las pruebas que ‘son en pares’ pues, según él, te hacen la primera para detectar si lo tienes y la segunda después de quince días para ver si desapareció:

“No sé si lo pueda decir, bueno, las pruebas no me costaron, pero me hice una tercera y esa sí me costó”.

Mister Y explicó que al salir positivo, le ordenaron aislamiento, ‘no salir a nada’ y por eso su mamá le enviaba la comida con una de sus trabajadoras:

“Yo abría la puerta y me la dejaba a un lado de la puerta”.

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Además de los síntomas, que ‘son como los de un resfriado’, te sientes marginado y, si de por sí la cuarentena te aísla, altera tus hábitos y te hace sentir extraño, la COVID-19 viene a bajarte más los ánimos:

“Te empiezas a malviajar y piensas en qué va a pasar si se te complica y en lo irresponsable que fuiste porque estás contagiado. Tampoco quieres infectar a tu familia y eso también genera sentimientos de culpa. Supongamos, yo usaba un baño en la casa nada más”.

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Después de quince días de dolores, ojos rojos y ‘gripa’, de tomar vitaminas como complejo B y paracetamol, Mister Y volvió a hacerse la prueba y dio negativo, pero semanas después de nuevo entró en contacto con gente infectada sin saberlo y tuvo que recurrir a la prueba otra vez, pero en esta ocasión sí le costó:

“La tercera prueba sí me costó; 3 mil 200 en una clínica de Puebla. Las primeras me las preferí hacer en Tlaxcala porque los lugares donde las hacían en Puebla estaban sobresaturados y no había citas, además, era mayor el riesgo porque en Puebla la cifra de contagios es mayor”:

Para Mister Y lo más difícil de la COVID-19 son los pensamientos negativos que atiborran tu mente:

“Lo más duro son los pensamientos depresivos; súmale a una persona en aislamiento pensar en cosas siniestras y sentirse culpable por ser irresponsable. Eso es lo más duro de superar porque pudo ser el funeral donde me infecté o el supermercado, vaya no solo salía para lo esencial”.

Mister Y aseguró que el virus es un misterio y no todos generan anticuerpos como algunos especialistas dicen porque hay casos como los del futbolista italiano Paulo Dybala que tuvo COVID-19 no solo quince días, como la mayoría, sino 46 porque dio positivo cuatro veces, según CNN.

Al terminar su historia de COVID-19, Mister Y aceptó que extraña ir al estadio a apoyar a su equipo, el Puebla F. C., porque es camotero de corazón, así como salir a dar clases y convivir con sus amigos.

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Portada: Archivo Cuartoscuro

Interiores: Freepik y Archivo Cuartoscuro