Plaquenil no cura COVID-19: la crisis que provocó Trump con sus fake news
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Estamos pasando por un momento de desequilibrio debido a la pandemia existente y, a pesar de la compleja situación, hay cosas que lo complican más, sobre todo a algunos enfermos; por ejemplo, el desabasto de Plaquenil provocado por el presidente Donald Trump y otros al decir que este curaba la COVID-19.
De acuerdo con datos publicados por la Secretaría de Salud, alrededor del mundo hay cerca de 5 millones de personas con lupus, mientras que en México hay 20 casos de lupus por cada 100 mil habitantes, de los que el 90 por ciento es mujer de entre 20 y 45 años.
El lupus es una enfermedad crónica, según el boletín epidemiológico publicado por la Secretaría de Salud:
“El Lupus Eritematoso Sistémico (LES), comúnmente llamado lupus, es una enfermedad crónica autoinmune que puede afectar prácticamente a cualquier parte del cuerpo”.
El sistema inmunitario de cualquier ser humano busca combatir y desechar visitantes malignos y ajenos al organismo, pero este actúa de manera hiperactiva en los pacientes con lupus, pues crea más anticuerpos de lo normal que terminan atacando tejidos y órganos sanos, como piel, articulaciones, riñones, cerebro, corazón, pulmones y sangre.
Los enfermos de lupus necesitan medicamentos que regulen su sistema inmunitario, como la hidroxicloroquina, que se encuentra en las farmacias bajo el nombre de Dolquine o Plaquenil, y la cloroquina (Aralen).
Estos tratamientos antimaláricos reducen los efectos negativos de los corticoides y otros componentes, como acné, aparición de moretones, entre otros. El Plaquenil, Dolquine y el Aralen tienen funciones desinflamatorias, previenen recaídas del lupus y mejoran las lesiones en la piel.
Según la Secretaría de Salud, el pronóstico ha mejorado desde 2010, ya que entre el 65 y el 85 por ciento de los enfermos con lupus logra sobrevivir de diez a 20 años después de que es diagnosticado; sin embargo, la mortalidad es tres veces mayor en la población en general.
La muerte de personas jóvenes con lupus se relaciona con infecciones, mientras que la gente mayor muere por enfermedad vascular por ateroesclerosis.
Una caja de Plaquenil con 20 tabletas cuesta 623 pesos en Walmart y 217 en Farmacias Similares (donde se confirmó el desabasto existente del medicamento a nivel nacional), pero el principal problema en América en estos momentos es que, debido a que Donald Trump dijo en una conferencia que los científicos que buscan la cura para el COVID-19 utilizaron la hidroxicloroquina, la gente enloqueció y fue a comprar Plaquenil a las farmacias, lo que provocó el desabasto del mismo.
Según Milenio TV, Donald Trump aseguró que la ‘Administración de Medicinas y Alimentos (Food and Drug Administration (FDA) había aprobado el uso del fármaco para tratar el virus’, pero en realidad este solo era utilizado de manera experimental.
Alejandro Jiménez, especialista del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), reveló para Milenio TV que en China se utiliza este medicamento para tratar neumonías muy complicadas por COVID-19, siguiendo protocolos clínicos establecidos, pero no es algo que sustente la autorecetación:
“Es como si yo me autorecetara una quimioterapia, por el amor de Dios”.
La hidroxicloroquina puede alterar el sistema nervioso central en personas sin lupus, por eso es muy importante mantenerse informado de fuentes oficiales sobre la pandemia actual y, según Omar Francisco Carrasco Ortega, jefe del departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, dijo a Animal Político que, aunque prevenga infecciones virales porque interrumpe la interacción del virus con las células receptoras, esto no significa que cualquier persona sana o enferma pueda tomarlo sin el seguimiento adecuado de un especialista:
“Todos los medicamentos tienen consideraciones especiales para cada persona. ¿Qué tal que no estaban enfermos y tomaron hidroxicloroquina y les da una arritmia cardiaca y eso les lleva a un infarto?”.
Incluso, la Organización Mundial de la Salud ‘no recomendó la hidroxicloroquina como un tratamiento para el coronavirus en este momento porque no hay suficiente evidencia de que sea eficaz para este propósito’.
Las “inocentes estupideces” de ciertos youtubers podrían afectar la salud de un millón y medio de mexicanos.
Ya borra tu video, @NachoRgz. Podrías dejar de monetizar un poco y por una vez ayudar a alguien más que a ti.pic.twitter.com/VSbH2FAgqd
— vampipe ⍨ (@vampipe) March 27, 2020
Donald Trump no fue el único que alentó la histeria colectiva con esta afirmación, pues un doctor francés llamado Didier Raoult, director del Instituto de Infecciones del Mediterráneo de Marsella, subió a YouTube un video en el que compartió con sus seguidores el uso ‘alentador’ de este medicamento contra la COVID-19, según Proceso:
“En un experimento con 24 pacientes, 75 por ciento de ellos salieron sin huella de infección después de haber tomado durante seis días Plaquenil”.
El desabastecimiento de hidroxicloroquina está causando que miles de pacientes se queden sin este medicamento esencial para ellos, como el caso de Julianne Taylor, una mujer de 49 años de Crystal Lake, McHenry, Illinois, quien aseguró estar enojada y asustada por el desabasto de Plaquenil en una entrevista para Chicago Tribune el miércoles 25 de marzo.
El director ejecutivo de la Asociación de Farmacéuticos de Illinois, Garth Reynolds, informó a Chicago Tribune que intentar surtir recetas cuestionables de Plaquenil para uso personal es una tarea complicada cuando no todos los médicos comparten la misma opinión, pues algunos piensan que lo que dijo el francés es solo anecdótico y no eficaz:
“La conducta de unos pocos es muy egoísta y poco ética. Pone en riesgo a los pacientes que necesitan este medicamento para mantenerse saludables”.
De hecho, la histeria por la pandemia actual ha hecho que varias personas se vuelvan un poco hipocondriacas, según una trabajadora del Centro de Terapias Alternativas de Puebla, quien prefirió mantener el anonimato.
Según esta chica, en el consultorio donde trabaja, combaten las enfermedades comunes con remedios naturales, como infusiones, acupuntura, cama de ozono, baños de asiento y lo más importante es la mejora de hábitos alimenticios:
“Como asistente y suplente de la doctora a cargo, quien desde hace 30 años se dedica a la medicina alternativa, a veces tengo que dar mi celular a los pacientes, sobre todo a los nuevos que tienen dudas sobre sus recetas, y ahorita incrementaron muchísimo las visitas, los mensajes y las llamadas. De hecho, todos los pacientes me escriben porque creen que tienen coronavirus, hasta una señora me escribió la otra vez porque veía su dedo gordo morado y cuando vino a consulta ni al caso. Todo el mundo se volvió hipocondriaco”.
El virus no solo se esparce de manera directa, también de forma indirecta a través de la desinformación que circula en redes sociales, por eso es importante que la población de México se informe a través de fuentes oficiales, como la Secretaría de Salud y la Organización Mundial de la Salud.
De hecho, un grupo de periodistas, diseñadores y médicos creó un portal en el que se desmienten y verifican todas las historias que rondan por internet para evitar las prácticas que no evitan el contagio por COVID-19.
30 años con lupus
Edith Romero Mignon, una poblana de 62 años, fue detectada con lupus eritomatoso sistémico (LES) desde hace 30 años y tomó cloroquina durante diez años hasta que el doctor notó que se le estaba pelando la piel de los párpados y le pidió a su paciente que dejara este tratamiento pues podría ocasionarle problemas con su vista.
Edith está acostumbrada a tomar ocho pastillas diferentes diariamente y a visitar constantemente el hospital, pues no tiene otra opción para sobrevivir:
“La cloroquina costaba doce pesos hace treinta años y trajo consecuencias en mi vista, pero no solo esta, otros medicamentos como la prednizona me descalcificó los huesos y ahora debo tomar carbonato de calcio, además de celecocid y pastillas para la tiroides” [sic].
El lupus es engañoso, según Edith, porque ‘orita estás bien, pero al rato quién sabe’:
“Puedes amanecer bien, en la tarde empeorar y al otro día ni caminar te deja (la enfermedad) porque te duelen las articulaciones. Debes tener cuidado con el sol, no estar mucho tiempo guisando, salir te hace daño, entre otras cosas”.
Edith nos explicó que el lupus puede afectar la piel (lupus discoide) con heridas que parecen quemaduras de tercer grado o los órganos (eritematoso), que es el que ella padece.
De acuerdo con el testimonio de Edith, aunque ella ya no toma la cloroquina, sabe que los pacientes con lupus que la necesiten padecerán muchos efectos secundarios, como dolor muscular, fiebre, erupciones, dolor en el pecho al respirar, pérdida de cabello, entre otros, según el portal Medline Plus.
Hasta 60% de #lupuswarriors experimentarán algún efecto en su función cognitiva, incluyendo problemas de concentración, mala memoria, y más.
Obtenga más información sobre los síntomas de la disfunción cognitiva y consejos para ayudarle a sobrellevarla. https://t.co/svGTD5Czzv
— Lupus Foundation of America · #WithoutMyHCQ (@LupusOrg) April 6, 2020
Edith trata de seguir las medidas sanitarias impuestas para evitar la expansión de la COVID-19 y solo sale por sus medicinas o por alimentos, pues vive únicamente con su hijo, quien trabaja en un hospital:
“Debo estar tranquila, no me debo de preocupar ni tener disgustos porque se me baja el sistema inmunológico mucho. No tengo quién recoja mi medicamento en el seguro, aunque los doctores me regañen por ir, así que llevo mi cubrebocas, gel antibacterial y trato de evitar aglomeraciones”. [sic]
Sin embargo, lo que más hace reflexionar a Edith es que sus vecinos entran y salen de sus casas como si nada y no sabe qué pasará con la economía en México:
“No he tenido síntomas, pero pues tengo vecinos que entran, salen, van y vienen, y como ellos no se cuidan, yo tengo el riesgo de que me contagien el bicho. Además, que la economía se caiga va a ser peor que el mismo virus; que los precios suban y cuando esto empiece a normalizarse se van a disparar y todo se va para arriba” [sic].
Tomando en cuenta los testimonios de las personas con lupus, la sociedad en general debería recurrir a la única práctica segura y aceptada por las fuentes oficiales para evitar el contagio de COVID-19: el confinamiento, ya que comprar medicinas que aún están en tratamiento experimental, como cura de la pandemia, no es la mejor opción y mucho menos si se trata de poner en riesgo la vida de otros.
¿Crees que Donald Trump o Didie debería ofrecer una disculpa o dar una explicación ante la información expresada?
Con información de Twitter, Chicago Tribune y Proceso.
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