Cisne verde: ¿qué es y por qué desencadenaría una crisis financiera global?
El cisne verde ha acaparado la atención en el ámbito económico y financiero debido a sus posibles impactos. ¿La COVID-19 puede considerarse como tal?
El panorama mundial que se vive hoy día en materia económica, resulta por demás preocupante para los especialistas en el área.
De esta manera, diversos grupos de expertos se han dedicado a realizar estudios a futuro para tener una idea del impacto de la pandemia de COVID-19.
En este sentido, cabe mencionar algunas otras investigaciones en el área de economía y finanzas, realizadas antes de la emergencia sanitaria.
Dichos estudios estaban orientados a atender los alcances en materia económica de diversos fenómenos naturales.
Dicha inquietud se desató debido a los incendios forestales registrados en diversas partes del mundo.
Huracanes, sismos, sequías, entre otros, son factores que podrían desatar severas crisis económicas.
Ante posibles escenarios con estas características, se creó el término cisne verde, el cual ha adquirido gran relevancia en todo el mundo.
Si quieres saber en qué consiste este fenómeno, de qué forma impactaría la economía y cómo afrontarse, aquí te lo decimos.
¿Qué es el cisne verde?
El término cisne verde se deriva de black swan o cisne negro, utilizado por los economistas para hablar sobre una catástrofe financiera de gran magnitud. Esta puede ser provocada por un evento que nadie ignoraba, pero que se decidió no atender.
La diferencia entre ambos conceptos es que el cisne verde hace énfasis precisamente en el elemento que podría desencadenar la crisis financiera.
Este escenario será inevitable si los Gobiernos deciden seguir ignorándolo: el cambio climático.
El Universal ofrece como ejemplo los incendios forestales de Australia registrados a principios de año.
Los siniestros dejaron al menos 27 muertos y un área afectada de más 8.4 millones de hectáreas.
De acuerdo con el periódico, este tipo de eventos causados por los efectos del cambio climático impactará a la economía global y podría provocar una severa crisis financiera.
Lo anterior, debido a que la frecuencia de su ocurrencia ha ido en aumento, al igual que su magnitud. Es decir, los daños serán cada vez más costosos, lo que impactará de manera negativa en la producción de la riqueza.
La inflación y la salud financiera de empresas e instituciones a lo largo del mundo, también se verán afectadas.
Cambio climático desencadenaría cisne verde
Economistas del Banco de Pagos Internacionales (BPI), una organización global conjunta de bancos centrales de varios países se pronunciaron al respecto.
Advirtieron que el cambio climático tiene potencial para iniciar una crisis sistémica a través del denominado efecto cascada. Lo anterior sería provocado por la huida del capital de algunos sectores de la economía.
“Si hay un efecto cascada en la economía, otros sectores también sufrirán pérdidas. Todo esto podría terminar en una crisis financiera”.
Recalcaron que ante la situación severa, los bancos centrales no podrán salvar la economía. Ello se debe a que la regulación actual, basada en los requisitos de capital para los bancos, no podrá mitigar el efecto catastrófico del cambio climático en el sistema financiero.
Al respecto, el jefe del banco central nacional de Francia, Francois Villeroy de Galhau, señaló que el cambio climático tiene que ser parte de todos los modelos económicos y de pronóstico.
“Se necesitan nuevas políticas que involucren a los Gobiernos, a los bancos centrales y que aborden los requisitos de capital. Pero eso requeriría una coordinación internacional sin precedentes en un momento en que el marco global para las finanzas está seriamente comprometido”
¿Cómo afecta el cisne verde la economía?
De entrada, el llamado cisne verde causaría un gran impacto en la economía de las naciones gracias a la fuga de capital.
Otro aspecto en el que podría verse afectada la actividad productiva, tiene que ver con las implicaciones a la hora de replantear el uso de energéticos.
En este sentido, al tratar de reducir las emisiones de carbono, la industria se verá en la necesidad de implementar nuevas políticas de operación.
Dichos cambios requerirán la restructuración en cuanto a la asignación de recursos que probablemente no se tuvieran contemplados.
Al emplear gran parte del capital para adaptarse a posibles nuevas políticas medioambientales, las empresas contarían con menos recursos para su crecimiento en otras áreas.
De esta manera, el Banco de Pagos Internacionales llama a atender el cambio climático para evitar el llamado cisne verde.
En este sentido, la institución financiera resaltó la necesidad de atender el impacto ambiental causado por las actividades productivas.
Si no se voltea a ver esta problemática, quizá cuando haya un colapso en cuanto a la sostenibilidad, sea mucho más costoso rediseñar actividades productivas amigables con el ambiente.
Por tal motivo, el Banco de Pagos Internacionales llamó a todos los Gobiernos a considerar la estabilidad climática como un bien público global.
Un ejemplo inmediato del impacto del cisne verde en la economía tiene que ver con el nivel de destrucción de inundaciones, incendios forestales y sequías.
Luego de estos eventos, reactivar la economía de los países, requiere un esfuerzo económico importante. De ahí que se registre un fuerte impacto en el presupuesto de los Estados.
¿La pandemia de COVID-19 es un cisne verde?
Si bien la pandemia de COVID-19 como tal no fue provocada por el cambio climático, ha provocado los estragos que causaría un cisne verde.
En este sentido, algunos expertos destacan tres aspectos que la pandemia y el fenómeno que nos ocupa, comparten:
- Son inesperados
- Tienen impactos mayúsculos
- Su explicación solo podrá darse cuando terminen
El hecho de que la crisis a causa de la nueva cepa de coronavirus pueda ser contemplada dentro de una crisis ambiental, podría acercarla al fenómeno del cisne verde.
Por otra parte, algunos estudiosos del área refieren que con lo que la pandemia no tiene relación, es con el cisne negro.
En este sentido, mencionan que, a diferencia de este último fenómeno, la pandemia y sus estragos sí se podían vislumbrar.
Por tal motivo, no habría razón para que empresas y Gobiernos no tomaran medidas ante la probable devastación.
Retomando el fenómeno del cisne verde, podría considerarse a la pandemia de COVID-19 como un fenómeno de esta naturaleza debido a varios factores.
Entre ellos, destaca el hecho de que, según información que se tiene hasta ahora, la pandemia surgió por el consumo de carne de ciertos animales.
Esto implica que, forzosamente, se tuvieron que intervenir ecosistemas naturales para satisfacer el consumo de alimentos de la población.
COVID-19 y cisne verde surgirían de la intervención de ecosistemas naturales
Así, la explotación de los entornos naturales, además de la pandemia, desencadenó la necesidad de un rescate financiero global.
Por lo tanto, los recursos que se habrían destinado a otros rubros de desarrollo, se emplearán para evitar un colapso más grave del que ya se tiene.
Finalmente, el periodista Juan Pablo Mayorga advierte que el derretimiento de los glaciares, así como la acidificación de los océanos, derivarán en una alteración de la función biológica de los seres sobre la tierra.
Por tanto, pandemias como la de COVID-19 serán más frecuentes a causa de lo anterior. Esto lleva a la conclusión de que la actual emergencia sanitaria puede considerarse como un cisne verde.
¿Cómo afrontar la llegada de un cisne verde?
Expertos consideran que los esquemas financieros y de desarrollo económico no están capacitados para afrontar como un cisne verde.
Particularmente, se hace mención de que los modelos predictivos del pasado no responderían de manera eficaz ante una debacle económica a causa del cambio climático.
De esta manera, estudiosos de temas económicos refieren la necesidad de diseñar modelos de acción.
Estos esquemas deberán estar orientados a atender situaciones desencadenadas por eventos climáticos extremos.
Así, se deben atender con anticipación escenarios posibles ante un evento de cisne verde. Entre estos se encuentran el riesgo crediticio. Este consiste en la incapacidad de los deudores para cubrir pagos.
El riesgo de liquidez golpearía a instituciones bancarias y no financieras, al no refinanciarse a corto plazo.
Otro riesgo a atenderse de cara a un cisne verde, es el operativo. Ese radica principalmente en cuanto al cierre de oficinas o instalaciones de trabajo.
El riesgo de cobertura tiene que ver con las aseguradoras y la imposibilidad de cubrir las urgencias de sus clientes.
Otro riesgo a contemplar dentro de un esquema para afrontar un cisne negro, es el de mercado. Consiste en el cambio de percepción de rentabilidad por parte de inversores.
En caso de no ver futuro, podría desatarse una venta masiva de acciones y una posterior crisis económica.
¿Ya habías escuchado hablar del cisne verde? Dinos si crees que se avecine o estemos atravesando uno.
Con información de El Universal, RT, El Heraldo de México, Aljazeera, BBC, infoNEGOCIOS, Expansión,
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